A veces me cuesta demasiado entender lo que ocurre a mi alrededor. Aunque supongo que a todo el mundo le pasa. No sé si es porque no estoy hecha para entender a la gente o porque simplemente no me esfuerzo en intentar hacerlo bien. Suelo estar inquieta cuando pasan los días y sé que algo no va bien, que no cambia absolutamente nada, porque me agobia mucho no tener un problema en concreto. La sensación de ser totalmente vulnerable ante algo a lo que ni siquiera sabes cómo enfrentarte, eso me causa desesperación. Aunque reconozco que termina por darme igual.
'Esa mañana fue como otra cualquiera. Me levanté tras esperar unos cuantos minutos en silencio en mi cama, entre mis sábanas. Pensé que era el único lugar donde me sentía protegida de cualquier problema, de cualquier peligro, por absurdo que pueda llegar a parecer. La verdad, muchas veces me apetece quedarme tumbada en mi cama sin hacer nada, podría tirarme así día tras día, y no echaría de menos nada ni a nadie. Que nunca esté conforme con nada es un hecho evidente para mí, si pudiera volver a nacer lo haría, y borrar todo cuanto he vivido. No quiero ser una de esas personas que se pasan la vida sola, sin nadie, que no son capaces de ver el lado bonito de la vida, que no encuentran cosas que le hagan disfrutar y sentirse vivo. Nada cumple nunca mis espectativas. ¿ Soy yo? Sólo quiero despertar... '
