miércoles, 30 de diciembre de 2009

Bah.


Bah, y qué más da que lo haya intentado una y otra vez, si al final no depende de mi.

Vale, aprendí a dejar la mente en blanco y a separar cosas, a no conformarme y dejar al dolor fuera, pero por más que lo intentaba, se terminaba.

Bah, qué más da que baile o ande, si el camino es el mismo, y el final, no cambia.

'Yo una vez soñé que en un mundo nuevo podía entrar, altas torres de castillos me aguardaban cosas que descubrir, los árboles y plantas, incluidas enredaderas se extendían hasta lo más lejos que alcanzaba la vista, y nadie nadie me decía qué ver. El cielo no tenía ni una sola nube, y más allá de las estrellas, la muerte se detenía. Se cambiaba el miedo por la soledad, la locura por la fortuna, el saber con la imaginación, pero allí abundaban los mismos deseos que aquí en nuestro planeta.'
















Bah, para qué soñar si uno siempre despierta.


miércoles, 16 de diciembre de 2009

Miedo.

Miedo.
Irrelevante sentimiento que nos previene de algo. Sentimiento que no podemos evitar sentir en determinadas ocasiones. Ver como en un futuro podría derrumbarse eso que tanto necesitas y quedar como un hecho intacto en el tiempo, del que desgraciadamente, no podemos escapar.
Miedo a no saber cuánto ni cómo, a que te ciegue y te equivoques.



Miedo a que todo cambie sin más.
Miedo, sobretodo, a la decepción.
Miedo a ese incómodo silencio que tanto daño puede hacer, tal como ese instante en el que todo da un giro que nos hace pensar si hacemos o no bien.
Sí que es inevitable pasar miedo, pero más inevitable es aún el parar a pensar cómo evadirlo.
Me canso, de no poder entenderlo ni remediarlo, y me agobia la sensación de desconfianza y mal estar que me produce.

Sí, a menudo puedo sentir miedo...